Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje:
Oportunidades y desafíos para avanzar hacia un modelo de Economía Circular en Chile
Los resultados de la Cuarta Encuesta Nacional de Medio Ambiente (Ministerio del Medio Ambiente, Dirección de Estudios Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, 2018) evidencian que los temas medio ambientales generan cada vez más interés en la ciudadanía, lo cual se expresa en que el 79% de la población en Chile afirma estar haciendo su mejor esfuerzo por cuidar el medio ambiente. Asimismo, según la encuesta, el 96% de los chilenos señala que emprender acciones para cuidar el medio ambiente constituye “un deber moral”. Respecto a la situación medioambiental en el país, un 62% de la población afirma que esta es “peor” en comparación a 10 años atrás. Para los chilenos la contaminación del aire (32%) y la basura (29%) constituyen los principales problemas ambientales del país.
En materia de gestión de residuos, la encuesta señala que la mitad de los chilenos separa la basura para reciclar. Con relación a las personas que reciclan, el estudio indica que los residuos que más se separan son los envases de plástico (76%), envases de vidrio (73%) y papeles y cartones (56%). Por otra parte, la mayoría de las personas que no reciclan (50%) señalan que no lo realizan principalmente por la falta de lugares dónde dejar los residuos (40%) y por falta de costumbre (23%).
Otro hecho relevante que evidencia la encuesta es que el 41% de la población señala que el reciclaje constituye la primera acción emprendida por ellos para cuidar el medio ambiente. Con respecto a las conductas proambientales que pueden hacer en su día a día, los chilenos señalan que adoptan una serie de acciones cotidianas en materia de reciclaje, tales como: comprar productos en envases retornables o reutilizables (79%), utilizar bolsas reutilizables cuando van de compras (66%), usar pilas recargables (45%) y realizar el compostaje de sus residuos orgánicos (35%).
Las cifras presentadas anteriormente respecto a reciclaje y consumo sostenible muestran un gran desafío para la implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor conocida con Ley REP, que comenzó a regir en septiembre de este año. Esta Ley es un instrumento económico que tiene como propósito disminuir la generación de residuos y fomentar su reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización con el fin de contribuir a la protección del medio ambiente y al desarrollo sustentable del país. El principal instrumento de la Ley es la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) en el marco del cual los fabricantes de productos prioritarios son responsables de organizar y financiar la gestión de residuos derivados de la comercialización de sus productos en el mercado nacional.
Cabe destacar que la Ley REP, constituye uno de los avances más significativos en la promoción de la Economía Circular en el país, que contribuye a la reducción del impacto ambiental vinculado a la generación de residuos. Las empresas que implementan buenas prácticas en el ámbito de la Economía Circular orientan sus esfuerzos en repensar los productos y servicios que contaminan y generan emisiones de gases efectos invernadero, utilizando principios basados en el ecodiseño, reutilización, reciclaje y valorización, lo cual les permite generar una serie de beneficios y ventajas comparativas tales como, aumento de la productividad de sus recursos, innovación tecnológica, reducción de consumo de energía y emisiones de CO2, creación de empleos, fortalecimiento de la cadena de suministros, entre otros. Otro aspecto relevante de esta Ley, es que contempla un Fondo para el Reciclaje que financia proyectos de municipalidades y asociaciones de municipalidades dirigidos a prevenir la generación de residuos en sus comunas y promover su separación, reutilización y reciclaje, apoyando de esta manera el cumplimiento de la Ley REP a nivel comunal.
Lo anterior contribuye a la creación de un círculo virtuoso en donde no solo las empresas y organismos públicos y privados se hacen más consientes con el cuidado del medio ambiente, sino que también la ciudadanía en general, la cual está fuertemente comprometida con la implementación de actividades cotidianas en materia de reciclaje, mostrándose además cada día más expectantes frente a los compromisos asumidos por los organismos públicos y privados en esta materia. A lo anterior, se agrega que el consumidor chileno está priorizando patrones de consumo más responsables, lo cual se refleja por ejemplo, en los resultados del estudio “Consientes: una mirada al nuevo consumidor actual” (IPSOS, Acción Empresas, 2019), en donde 88% de los chilenos considera que es “muy importante/importante” que los productos que compra hayan sido producidos sin dañar el medio ambiente, mientras que el 77% considera “muy importante/importante” la marca y reputación de la empresa que lo produce.
En síntesis, se puede concluir, que la Ley REP representa un gran avance para que el país transite hacia una Economía Circular, contribuyendo con ello al cumplimiento de políticas, planes y normativa nacional en materia de gestión de residuos y consumo sostenible, así como, respecto de compromisos internacionales suscritos por Chile en materia medio ambiental y climática, como son el Acuerdo de París (ONU, 2015) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.