Día Internacional de la Cooperación Sur-Sur: oportunidades de Chile para el fortalecimiento de los lazos de solidaridad y reciprocidad con países en desarrollo para abordar desafíos globales
El 12 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Cooperación Sur-Sur (CSS), la cual es concebida como una de las modalidades que preferentemente han asumido los países de similar o menor nivel de desarrollo como instrumento para realizar acciones de cooperación que promuevan la transferencia o el intercambio de experiencias, conocimientos técnicos y tecnológicos en áreas prioritarias de desarrollo de dichos países, lo cual contribuye no solo a los logros de los objetivos nacionales, sino que también al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Adicionalmente, la CSS contribuye al cumplimiento de los objetivos de la política exterior de los países que participan en el intercambio, lo cual fortalece los lazos de solidaridad y reciprocidad entre los mismos, posibilitando a su vez el posicionamiento de los países del sur en el escenario mundial multilateral y regional. Es así como la Cooperación Sur-Sur representa un modelo de cooperación horizontal que reúne a países con distintas trayectorias, que comparten sus experiencias en condiciones de igualdad y participan de acuerdo con sus capacidades en la búsqueda de consensos, lo que genera valor a los intercambios que se desarrollan, pues basan su actuar en principios como la solidaridad entre pares, mutuo beneficio, respeto de la soberanía y libre de cualquier condicionalidad.
Chile, como país de renta media alta, cuenta con condiciones que le permiten concentrar sus esfuerzos en el desarrollo de acciones de Cooperación Sur-Sur con países de igual o menor desarrollo relativo. En este contexto, en el año 1993, nuestro país a través de la Agencia de Cooperación Internacional (AGCI, actual AGCID) crea el Programa de Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo (CTPD), conocido actualmente como Programa de Cooperación Sur-Sur. En concordancia con las prioridades de política exterior de Chile, ha dado prioridad a la CSS con países de Latinoamérica y El Caribe y más recientemente con países de Asía y África. En este contexto, la AGCID, desarrolla su agenda de CSS en base a la definición de su política de cooperación para el desarrollo y su estrategia, la que se articula con las demandas de cooperación de nuestros socios del sur priorizadas sobre la base de sus planes de desarrollo o estrategias nacionales.
Desde su inicio, la CSS de Chile se ha estructurado fundamentalmente a través de dos modalidades: la asistencia técnica y la formación de recursos humanos en Chile, concentrando sus esfuerzos en aquellas áreas temáticas donde posee mayores fortalezas, como son el fortalecimiento institucional y el desarrollo de políticas públicas vinculadas a la superación de la pobreza, salud, educación, vivienda, justicia, gobernabilidad y democracia y modernización del Estado; negociaciones internacionales, promoción de exportaciones, entre otras.
Según el Informe de Cooperación Sur-Sur y Triangular en Iberoamérica publicado por la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB) en 2020, nuestro país participó en un total de 153 acciones, proyectos y programas de CSS bilaterales y regionales en 2019. En el marco de estos intercambios, Chile pudo transferir a otros socios de la Región de América Latina y el Caribe su experiencia en áreas vinculadas al desarrollo legal y judicial, DDHH, salud, fortalecimiento de instituciones y políticas públicas, gestión de desastres y medioambiente, contribuyendo con estas acciones de cooperación al cumplimiento de los ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles), ODS 16 (Paz, Justicia e Instituciones Sólidas) y ODS 3 (Salud y Bienestar). Junto con lo anterior, en el mismo período nuestro país fue receptor de 10 iniciativas de CSS bilateral y regional en ámbitos relacionados con el fortalecimiento institucional y políticas públicas, sector agropecuario, medioambiente, políticas sociales y salud.
Según la última Cuenta Pública de la AGCID (mayo, 2021), en 2020 se dio continuidad a los programas de Cooperación Sur-Sur y Triangular (involucra a un tercer país o a un organismo internacional en actividades de cooperación entre dos países en desarrollo) por un monto de US$4.231.000 tanto en sus modalidades de asistencia técnica (37,7%) como, de formación de capital humano (62,3%), ejecutándose 78 proyectos (US$1.593.980) en áreas de desarrollo social, medio ambiente, recursos humanos y energía, cooperación económica para el desarrollo, fortalecimiento y modernización institucional, reducción de riesgo de desastres, prevención y mitigación del COVID 19, entre otros. Estos recursos fueron focalizados y responden a la mirada que tiene Chile sobre la integración regional, priorizando a los países vecinos, México, Centro América y El Caribe. En materia de formación de recursos humanos para extranjeros en Chile, en 2020 se otorgaron 1.346 becas, nuevas y de continuidad por un total de US$2.500.000 que beneficiaron a participantes de países de América Latina y El Caribe, priorizando a los países vecinos y ampliando la cobertura a participantes de países de Asia Pacífico y de África. En materia de CSS descentralizada se mantuvo una intensa cooperación con Argentina en las áreas de cooperación económica y medio ambiente, mientras que con Perú se desarrollaron iniciativas vinculadas a las áreas de desarrollo social, con énfasis en el sector salud y mitigación de los efectos del COVID-19. El aporte de AGCID en las iniciativas de Cooperación Sur-Sur y Triangular en las modalidades de asistencia técnica y formación de capital humanos han contribuido al cumplimiento de los ODS de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, entre ellos: ODS 3 (Salud y Bienestar), ODS 4 (Educación de Calidad), ODS 5 (Igualdad de Género), ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles), ODS 16 (Paz, Justicia e Instituciones Sólidas) y ODS 17 (Alianzas para lograr los Objetivos).
Cabe destacar, que la pandemia del COVID 19 deja una crisis global con efectos sociales y económicos devastadores, lo cual nos deja como lección nuestra vulnerabilidad e interdependencia, lo cual implica que las soluciones para superar esta crisis deben ser multidimensionales y colectivas. En este sentido, la solidaridad en la que se basa la Cooperación Sur Sur basada en el respeto mutuo, la reciprocidad y la premisa de que no hay país tan rico que no pueda aprender ni país tan pobre que no tenga algo que aportar, convierte a esta modalidad de cooperación en una solución concreta a los desafíos globales que impone la pandemia COVID-19 que ha implicado un retroceso en los logros sociales, económicos y ambientales alcanzados por los países en desarrollo a lo largo de las últimas décadas. En este sentido como sostiene el Secretario General de la ONU, António Gutiérrez, “la solidaridad en la que se basa la Cooperación Sur-Sur ha demostrado una vez más ser vital para los países en desarrollo”, enfatizando que “el mundo necesita, una cooperación internacional más estrecha para hacer frente a la crisis sanitaria mundial, reducir la pobreza y la desigualdad, alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y evitar la catástrofe climática” (“La Cooperación Sur-Sur es más esencial que nunca para la recuperación tras la crisis del COVID-19, Naciones Unidas, 12 de septiembre de 2021).
Administrador Público y Magister en Dirección de Empresas (MBA), posee más de 20 años de experiencia laboral en los sectores público y privado. Posee conocimientos y experiencia laboral en la dirección, coordinación, formulación y evaluación de proyectos de cooperación al desarrollo y asesorías en ámbitos vinculados a la cohesión social, derechos humanos, medio ambiente, energía y cambio climático, educación y cultura, inclusión social de grupos vulnerables (i.e. personas con discapacidad, migrantes, personas en situación de pobreza, entre otros), desarrollo de personas, entre otros, desempeñando dichas funciones en la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID), Ministerio de Relaciones Exteriores, Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS), Ministerio de Energía, Ministerio del Medio Ambiente, Ministerio de Educación, organismos bilaterales y multilaterales de cooperación internacional, universidades, corporaciones privadas, entre otros.
La profesional, cuenta además con más de 14 años de experiencia en la coordinación, gestión, relatoría y facilitación de talleres, seminarios y cursos de capacitación nacionales e internacionales en organismos públicos y privados en materias vinculadas al desarrollo sostenible (i.e. derechos humanos, inclusión de grupos vulnerables, energía y cambio climático, buenas prácticas laborales, agenda para el desarrollo sostenible, entre otros), desarrollo organizacional y optimización de procesos, planificación estratégica y control de gestión, cooperación internacional.